Este tiempo de hoja caduca, coincide con el tiempo colectivo del comienzo de la actividad, es el inicio de nuevos cursos y proyectos.
Vivir esta paradoja nos confronta con una prueba de fe, y celebramos la llegada de este nuevo ciclo honrando la dirección de arriba, el Padre Cielo, el GRAN MISTERIO.
Ante lo de arriba, bajo lo inconmensurable, estamos desnudxs, no hay hojas que cubran el poder, de vernos humildemente con el tamaño que tenemos frente a la creación.
En este temazcal, levantamos los cantos para dejar caer los disfraces de nuestros personajes, para mudar la piel, para fortalecernos en la ternura de lo honesto y lo auténtico, para sabernos cuidados por el GRAN MISTERIO que nos alumbra desde el cielo. Para que el nuevo curso, el nuevo proyecto, sea el de siempre con amor renovado: CREAR Y CUIDAR LA VIDA.
Por todas nuestras relaciones, para las próximas 7 generaciones.
Ahó Mitakuye Oyasin