Cuando nos queremos encontrar, es en la mirada del fuego que buscamos nuevos ojos. Esa visión con la que se vuelve posible cambiar de lugar interno, iluminar las rutas ocultas de tu propio ser y renunciar a la idea sobre una misma/o.
Es frente al fuego, en la oscuridad de la noche, donde encontramos el origen de toda existencia. La eterna danza entre el fuego y el aire, y sus infinitas formas, nos abre la dimensión dónde recrear el tiempo y el espacio, un movimiento que no cambia, la magia de ver y sentir lo sagrado.
Nos reunimos alrededor del abuelo fuego a honrar lo que fue, lo que es y a rezar por lo que será.
En el origen de la creación el fuego, en el origen de la conciencia humana la danza, una noche donde renacer en el vientre de la madre Tierra, encontrando tu propio fuego interno, que dance al son del movimiento que genera vida.
Una noche de danza, rezo y canto en el que invocamos en nuestra comprensión de la vida, la memoria del origen, que se perpetua generación tras generación; es sencillo, bello y honesto. Ardiente, purificador y sobrecogedor. No se distrae ni se confunde: arde el fuego, no sabe hacer otra cosa. Recuperando el poder creador de la mente, interpretando el lenguaje del cuerpo.
Honrando al este- espíritu- inicio, el origen donde todo comenzó, recibiendo instrucción del abuelo fuego.
La Magia es la creación, donde todos habitan su lugar en el mundo. Como servidora del fuego, encontré la magia cuidando la luz que nos guía, la llama de la creación.
Una noche donde quemaremos danzando lo que nos distrae y confunde, iluminando al son del fuego, las nuevas sendas humanas, y renaciendo en el vientre de la Madre Tierra, hacia una nuevo verano.
DANZATERAPIA EVOLUTIVA (+) /5RITMOS(+)/ RITUAL DE TEMAZCAL(+)
El sueño de una noche de verano, para seguir los anhelos de hermandad que nuestra alma reclama. Recuperar la ilusión de que el cambio es posible, rescatar a las hadas y los duendes, a los elementales espíritus guardianes de la vida, de lo natural. Soñar tu propio sueño y honrar a las abuelas y abuelos que preservaron el ritual y nos soñaron a nosotras/os renaciendo siempre en el vientre de la tierra, sudando nuestras plegarias.
Para seguir danzando, cantando, rezando y soñando un mundo humano.
Por todas nuestras relaciones, para las próximas 7 generaciones.
Ahó Mitakuye Oyasin
